domingo, 25 de septiembre de 2011

Una pequeña venganza (Oscar Gallo 4to. El. III)


En los montes escoceses existía una rara población, estos eran los brownies, extrañas criaturas parecidas a duendes, que tenían un pasatiempo muy peculiar: entrar a las casas de las personas por las noches, limpiar y ordenar los hogares. Esto sucedía todas las noches sin que los habitantes se enteraran de su existencia, aunque sí se preguntaban lo que había sucedido.
 Una noche, mientras limpiaban un hogar, uno de los brownies accidentalmente rompió un plato. Esto interrumpió el sueño del hombre, el propietario de la casa, que con precaución salió de su cama para saber qué había pasado. Los brownies, sin mucha demora limpiaron y empezaron a retirarse, pero para ese entonces el hombre ya los había visto. Desconcertado por las criaturas que se encontraban en su casa, el hombre con temor se abalanzó sobre ellos aplastando a una parte del grupo, mientras que los demás lograron escapar.
Doloridos e indignados, ya que ellos sólo hacían cosas buenas que beneficiaban a la gente, los brownies, furiosos, destruyeron e incendiaron la casa del agresor y asesino de sus amigos.
 Desde ese entonces los brownies abandonaron sus hábitos para reemplazarlos por los hurtos y vandalismos hacia la misma gente a la que ellos habían ayudado.

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